Datos Greenpeace
Varios son los factores que amenazan a los polinizadores: la pérdida de hábitats, las prácticas de la agricultura industrializada; el uso de plaguicidas; parásitos y enfermedades; especies vegetales y animales invasoras; y los impactos del cambio climático. Se ha calculado que el valor económico de la labor de polinización de las abejas podría estar en torno a los 265.000 millones de euros anuales en todo el mundo, 22.000 millones para Europa y más de 2.400 millones de euros para España, recientemente calculado por Greenpeace en su informe "Alimentos bajo amenaza”. Así pues, incluso desde un punto de vista puramente económico, merece la pena proteger a las abejas. Datos recientes revelaron que no solo las abejas están sufriendo las misma suerte: el 70% de las 68 especies de abejorros están en declive o en peligro de extinción; las poblaciones de las mariposas de las praderas se han reducido a las mitad. Otro dato interesante es que en Europa el 86% de 264 cultivos dependen de la polinización.
Como solución, el primer paso sería prohibir los productos tóxicos para las abejas actualmente en uso, y hacer que la evaluación de riesgos de los plaguicidas sea mucho más estricta. Por otro lado, debrían ponerse en marcha planes integrales de acción para salvar a las abejas. Y la solución definitiva sería la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción sostenible.