Los transgénicos y la aniquilación de las abejas
Una de las principales causas de muerte entre las abejas es la ingestión de proteínas genéticamente modificadas. La pérdida progresiva de sus fuentes naturales de alimentación, la pobreza nutricional e insalubridad de las que quedan disponibles y el uso de pesticidas industriales, hace a las abejas cada vez más débiles y vulnerables a enfermedades parasitarias.
La falta de polinización podrá causar un efecto inmediato sobre la reproducción de numerosas especies frutales silvestres y, consecuentemente, un efecto en cascada sobre ecosistemas completos que repercutirán en último extremo en nuestras propias cadenas tróficas y en la disponibilidad de una gran variedad de alimentos habituales.
Cuando las abejas melíferas (polinizadores de alimentos más importantes) empezaron a morir como moscas, los científicos comenzaron a intentar identificar el asesino. La atención se enfocó en el aumento del uso de un pesticida (neonicotinoides).
Este tipo de pesticida se utiliza con el fin del engorde de animales que eventualmente serán nuestros alimentos; se suele encontrar en los herbicidas y en semillas que se venden a los agricultores.
Necesitamos de las abejas para producir gran parte de nuestros alimentos, los alimentos transgénicos, llenos de neonicotinoides no hacen otra cosa que matar a las abejas.
El neonicotinoide no es el único culpable, también lo son otros pesticidas y herbicidas, especialmente el Roundup de Monsanto, utilizados para contener las malezas en ciudades.
Hay que hacer un llamado por el fin del uso de Roundup de Monsanto en zonas urbanas. Implica que debemos prestar más atención a las semillas y plantas que compramos para nuestras casas.
Cuando las abejas melíferas comenzaron a morir en masa, las alarmas comenzaron a sonar. Las abejas son claves para la producción de alimentos. Según el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), más de un cuarto de dieta de los estadounidenses depende se la polinización de las abejas melíferas. Si no hay abejas, no hay alimento. Desde 2006, un tercio de la población de las abejas melíferas de ha visto dañada.
La EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) acordó estudiar el vínculo entre al menos tres tipos de neonicotinoides y la muerte masiva de abejas.
Los neonicotinoides están en primer plano cuando se habla de abejas, pero los científicos advierten que otros quiímicos también podrían ser responsables, incluyendo aquellos que se utilizan ampliamente en la podrucción de transgénicos.
El herbicida de mayor uso en todo el mundo es el Roundup, en este género el más utilizado es el Roundup-Ready.
Desde 2007 se han aprobado más cultivos transgénicos, y se han plantados más acres de ese tipo.
Cuando las abejas melíferas (polinizadores de alimentos más importantes) empezaron a morir como moscas, los científicos comenzaron a intentar identificar el asesino. La atención se enfocó en el aumento del uso de un pesticida (neonicotinoides).
Este tipo de pesticida se utiliza con el fin del engorde de animales que eventualmente serán nuestros alimentos; se suele encontrar en los herbicidas y en semillas que se venden a los agricultores.
Necesitamos de las abejas para producir gran parte de nuestros alimentos, los alimentos transgénicos, llenos de neonicotinoides no hacen otra cosa que matar a las abejas.
El neonicotinoide no es el único culpable, también lo son otros pesticidas y herbicidas, especialmente el Roundup de Monsanto, utilizados para contener las malezas en ciudades.
Hay que hacer un llamado por el fin del uso de Roundup de Monsanto en zonas urbanas. Implica que debemos prestar más atención a las semillas y plantas que compramos para nuestras casas.
Cuando las abejas melíferas comenzaron a morir en masa, las alarmas comenzaron a sonar. Las abejas son claves para la producción de alimentos. Según el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), más de un cuarto de dieta de los estadounidenses depende se la polinización de las abejas melíferas. Si no hay abejas, no hay alimento. Desde 2006, un tercio de la población de las abejas melíferas de ha visto dañada.
La EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) acordó estudiar el vínculo entre al menos tres tipos de neonicotinoides y la muerte masiva de abejas.
Los neonicotinoides están en primer plano cuando se habla de abejas, pero los científicos advierten que otros quiímicos también podrían ser responsables, incluyendo aquellos que se utilizan ampliamente en la podrucción de transgénicos.
El herbicida de mayor uso en todo el mundo es el Roundup, en este género el más utilizado es el Roundup-Ready.
Desde 2007 se han aprobado más cultivos transgénicos, y se han plantados más acres de ese tipo.